Abstract:
La juventud es una etapa crucial en el desarrollo de la persona en la que se van adquiriendo hábitos que se mantienen en la edad adulta, con el consiguiente riesgo o beneficio para la salud que pueden conllevar. Asimismo, el período universitario es el último y definitivo eslabón en la formación de los jóvenes como adultos del futuro. El acceso a la universidad supone un cambio importante en el estudiante que puede repercutir en su estilo de vida, ya que los universitarios deben enfrentarse a estresores relacionados con los horarios, las condiciones de las aulas, los exámenes, la espera de calificaciones o la incertidumbre hacia el futuro, pudiendo repercutir todo ello negativamente en la salud física y mental de los mismos. Todo ello convierte a este segmento de la población en un grupo especialmente vulnerable. Los estilos de vida hacen referencia principalmente, a los comportamientos habituales y cotidianos que caracterizan el modo de vida de la persona y que suelen ser permanentes en el tiempo incluyendo prácticas saludables y no saludables que interactúan entre sí. Sin embargo, las personas que mantienen estables en el tiempo comportamientos no saludables, como: alimentación inadecuada, sedentarismo, consumo de tabaco y alcohol, poco descanso y sueño, entre otros, tienen una mayor probabilidad de desarrollar enfermedades, comparadas con aquellas personas que no incluyen estas prácticas en su estilo de vida. A largo plazo estos jóvenes podrían presentar aumento en la prevalencia de enfermedades crónicas no transmisibles que tienen como factores asociados los estilos de vida poco saludables.